14.4.06

Anhelo de Terapia o La Niña de las Botas Panzer parte I

Llegué un poco ensimismada, insociable y egocéntrica, viendo a todos con la sensibilidad que tanto me caracteriza… estuve callada la primera media hora, observando los bordes de la construcción, lejanos y viejos, fríos desde siempre, llenos de resignación, danzando con el polvo… entonces mi fijación fue interrumpida y me reanimé cuando la mujer filantrópica hablaba de los entes infantiles vagabundos tristes y frustrados que todos tenemos entre nuestras curiosidades superestructurales , dijo algo así como que debíamos reconciliarnos con nuestros niños en cualquier condición, golpeados, abandonados, abusados, criticados, reprimidos y entonces me vio con insistencia y dijo que yo aún estaba muy cerca de aquella niña que había sido e imprudentemente pidió mi intervención:: habla, habla, habla!
Entonces corrí hacia atrás y puede rescatar imágenes, recuerdos, helados!, peinados de taza, color amarillo y minibotes de basura rosas muy rosas, risas y agitación, zapatos ponchito, manos al pasar calles, gansos agresivos, piedras encimadas con lagartijas ante el sol, billetitos de juguete, mole de ladrillos y minilibros de la república alemana, flores pegajosas, ejemplos colosales, galletas, primos, pasillos del carolino, fotos de lenin, postales en ruso, olor a oficinas, fuentes rasposas, frías y eternamente húmedas… empanadas, si… empanadas en algún sitio y flanes!, caminatas al filo de la catedral… mi hermano siempre empujándome, apresurado por mi destino, mi madre llevándome de la mano, toda explicaciones, amorosamente intelectual, inquieta por mi desempeño futuro y mi padre, él… siempre me cargó, invariablemente cedió y se dio, me hizo autoritaria, me formo caprichosamente fascista y bueno todo fue el inicio de esta Narcisa a la que amo, la misma que hoy sufre estúpidamente y se la pasa tratando de conquistar el mundo para controlarlo todo, yo… yo solo traigo una niña relegada, angustiada por no ser, aplastada por el occidente, abusada por la televisión, por las revistas, por la escuela y las barbies!, una consumista limitada a la que le dijeron que no era feliz y luego trataron de venderle la felicidad con etiqueta de sanborns, si… eso y las botas Panzer!

1 Kommentar:

Anonym hat gesagt…

Amo como te expresas.