cuando me di cuenta ya estaban aquí conmigo
me siguieron pasivamente
escondidas en mi sombra
quietecitas hasta la agitación del viento y el sonido del agua
que las hizo brotar
entonces salieron sonrientes, tanto como pueden las depresiones sonreir
en pleno sol, empezaron a danzar a mi alrededor
burlonas, sorpresivas y satisfechas
pinches tristezas intrépidas.
16.4.06
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