cuerdas... ¿recuerdas?

estaba ahí en la mesa de la esquina
la dragona sola, bebiendo expresso
sin azucar obviamente...
enamorada y perdida ante
un arpa, reina del luto
y las manos... que la acariciaban
que la movian como huesos frágiles
como piel invisible
despues vinieron las fijaciones mundanas...
la prisa y estres, la huida!
las miradas por la rendija y
la invitación a regresar por una sonrisa más
inspiración noctambula
pose de niña fatal, si de esas que salieron del claustro
donde habre dejado ese papel donde escribí lo de la locura del perro del hueso de xalapa? solo recuerdo que eran alemanes hermosos.